¿Vuelve el viento de cola?
Se reacomodan los precios internacionales con impulso de EE.UU., China y una demanda firme de derivados.
En los últimos días, la soja mostró una recuperación notable en el mercado de Chicago.
Se reacomodan los precios internacionales con impulso de EE.UU., China y una demanda firme de derivados.
En los últimos días, la soja mostró una recuperación notable en el mercado de Chicago.
Entre el 24 de octubre y la fecha actual, el precio avanzó 29 US$/ton para la posición disponible (412 US$/ton) y 23 US$/ton para mayo de 2026 (423 US$/ton), coincidiendo con la salida de la soja argentina.
Luego de meses de debilidad, este repunte se alinea con avances en las negociaciones entre Estados Unidos y China sobre los aranceles compensatorios que limitaban el flujo comercial entre ambas potencias.
Un nuevo equilibrio global: durante la cumbre celebrada en Corea del Sur, ambos países acordaron un compromiso de abastecimiento de 12 millones de toneladas de soja estadounidense hasta enero, y la proyección de alcanzar 25 millones de toneladas anuales durante los próximos tres años.
Estados Unidos reducirá aranceles a las importaciones chinas, aunque el arancel recíproco del 10 % se mantendrá vigente.
Hasta ahora, China compró 32 millones de toneladas en Brasil y 9 millones entre Argentina y Uruguay, mientras que las operaciones con EE.UU. suman apenas 0,5 millones de toneladas para embarque en diciembre de 2025, sobre un total previsto de 107 millones para el ciclo 2025/26.
Brasil, EE.UU. y el nuevo reparto del mercado: con la cosecha del hemisferio norte ya avanzada, Estados Unidos solía colocar entre 6 y 7 millones de toneladas en China entre noviembre y enero, compitiendo con la soja sudamericana.
Ahora, todo indica que el mercado tenderá a un nuevo equilibrio de participación:
– Brasil: 72 %.
– Estados Unidos: 21 %.
– Argentina y Uruguay: el resto, con predominio argentino.
Esta recomposición ya se refleja en la reducción de las primas sudamericanas sobre Chicago, producto de una competencia más ajustada.
Industria local, protagonista en el corto plazo: mientras tanto, el foco del mercado se desplaza hacia la industria procesadora local.
A la fecha, el complejo soja acumula 44,3 millones de toneladas declaradas para exportación, sobre un total previsto de 50,6 millones, quedando 6,3 millones aún por declarar.
Las compras totales ascienden a 38,5 millones de toneladas, de las cuales 35,4 millones están a precio.
Esto indica que, si bien la industria cuenta con stock para cubrir compromisos inmediatos, deberá volver al mercado en las próximas semanas con compras importantes.
En septiembre, la molienda alcanzó un récord histórico de 4,13 millones de toneladas, y se espera que el ritmo continúe.
Los precios internos se sostienen en torno a 337 US$/ton para el disponible y 317 US$/ton para mayo 2026, firmes en dólares pero todavía por debajo de la capacidad de pago estimada tras la baja de retenciones.
Derivados en alza: la harina de soja mantiene un excelente ritmo de embarques, especialmente hacia Vietnam, Indonesia y la Unión Europea, impulsada por la creciente demanda de proteínas vegetales para la producción de carnes.
En tanto, el aceite de soja se ve beneficiado por la demanda para biocombustibles y la menor oferta ucraniana de aceite de girasol, lo que empuja los precios de los aceites sustitutos.
Factores a seguir de cerca: en el corto y mediano plazo, el mercado estará atento a:
– Los nuevos informes del USDA sobre oferta y demanda mundial.
– La evolución de la cosecha estadounidense.
– Las negociaciones comerciales entre las principales potencias.
– Las decisiones de la Reserva Federal, que podrían incluir recortes de tasas favorables para los commodities.
Sudamérica, clave en la próxima campaña: la siembra avanza con buenas perspectivas. En Brasil, se espera un nuevo récord de 175 millones de toneladas, mientras que en Argentina, a pesar de una leve reducción del área sembrada, los mejores rendimientos podrían llevar la producción a 50 millones de toneladas.
Prudencia y estrategia: con estos fundamentos, parece razonable afirmar que el viento de cola volvió para la soja.
Y aunque trigo y maíz también acompañaron la tendencia (con mejoras de 10 y 2 US$/ton respectivamente en Chicago), el desafío ahora pasa por definir con precisión el “timing” de las ventas.
Una actitud prudente, acompañada de un seguimiento cercano del mercado y el uso inteligente de herramientas de cobertura, será clave para maximizar los beneficios de esta nueva etapa.
Por: Lic. Gustavo López, consultor de la Fundación Producir Conservando